El valor de ser suplente
En nuestra cultura muchas veces no reparamos en la importancia del suplente, este que habiendo hecho todo, le toca quedar al margen sin convertirse en el elegido para jugar. Este rol que desestimamos no solo es parte del equipo sino que es indispensable para que podamos lograr nuestro objetivo. El valorar el rol del que está afuera es fundamental, ya que no solo es parte del todo, sino que es necesario para formar el equipo, y su rol es algo “circunstancial”, para nada lo califica y menos es algo definitivo. Poder observar y valorar ese rol nos hace más fuertes y mejores ya que para el que le toca es parte de su camino y para los que están en la cancha es una oportunidad, valorar al otro es una forma también de valorarse a sí mismo independientemente del éxito circunstancial que puede tener. En la vida este sentir se refleja en la empatía por cada uno en su lugar, sin exacerbar solo al número uno. Ser compasivo con uno mismo y/o con el que está momentáneamente en un lugar secundario es una forma de valorarnos como individuos mucho más allá de un resultado.