¿Imposible?

Durante mi último trabajo en relación de dependencia, hacíamos un trámite muy demandante que incluía información de terceros y aproximadamente unos veinte ítems a preparar. Este proceso tardaba mínimo treinta días, ni yo ni mis compañeros nos atrevíamos a cuestionar esto, era así. Hasta que un día vino un “loco” (Ale), que se animó a cuestionar el sistema, me dijo “necesito tener el trámite listo para mañana”, a lo que yo repliqué “olvidate es imposible”. El respondió impávido, “lo necesito para mañana no hay opción”. Acto seguido hicimos una llamada con la institución del trámite y, para nuestra sorpresa, nos dijeron que no había ningún inconveniente, “yo les paso el listado de requisitos, y si ustedes los cumplen, el trámite va a estar listo para mañana”. “Lo que pasa”, nos explicó “es que siempre les falta algo”. Ale dijo “¡listo!, me pongo a trabajar y mañana al mediodia tenés todo”. Tan difícil y tan simple como eso. Obviamente lo logró, y a partir de ahí me empecé a preguntar más seguido si realmente algo es o no imposible. Cuestionar y animarse a pensar diferente más allá de lo que nos digan o estemos acostumbrados nos puede dar la posibilidad de resolver lo “imposible”…

DestrezasMentales FuncionamientoOrganizacional